Creo que pronto llegará el momento en el que, mediante un método de pensamiento paranoico activo, será posible sistematizar la confusión y contribuir a la total desacreditación del mundo real. —Salvador Dalí
La música es la voluptuosidad de la imaginación. - Eugène Delacroix
Es evolución, nena. En un mundo real, evolución. Nena. Desacreditado o no, avanzamos hacia el pensamiento paranoico de que somos perfectos, de que no podemos haber evolucionado mejor aún esforzándonos más en ello. Y contribuimos a hacer este mundo caótico un poco más confuso. Porque evolucionamos, nena. Voluptuosamente, evolucionamos. Nena.
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Joder, que mira que debo ser rara, pero lo de nena no me casa con lo de evolucionar. Así que, borrémoslo. Para seguir evolucionando más mejor, digo yo. Caótica y voluptuosamente.
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¿Y si, sencillamente, miramos de sobrevivir? ¿Eh? ¿Qué tal eso? Nos dejamos de ostias y sobrevivimos sin evolucionar más, que me parece que debemos andar equivocados y lo de la evolución nos ha salido rana. El "nena" de antes lo demuestra con creces, creo. Lo de caótico ya, nos ha salido mejor, y lo del pensamiento paranoico también: ¡la confusión (y idiotización) está sistematizada totalmente! La prueba está en los políticos que hemos elegido para representarnos. Y luego lo de desacreditar el mundo real ellos se encargan de hacerlo súper bien. ¡No pudimos elegir mejor para esa tarea!
De todas formas, a pequeña escala, yo sigo evolucionando. Y desacreditándome. Nada voluptuosamente, la verdad. Ni tan siquiera ordenadamente. Simplemente evoluciono hacia otro año más en el que, muy probablemente, engorde otro par de kilos sin solución de disolución. Pero como estoy sistemáticamente confusa no me importará lo más mínimo.
Es la evolución, nene.
Laura, sistemáticamente evolucionando hacia el caos.